No es la primera vez que saco camisetas rosas…
Y tampoco es la primera vez que escucho esa frase, dicha en voz baja, como si fuera una confesión incómoda:
“Rosa no… que es muy atrevido.”
En mi tienda‑estudio, lo escucho mientras alguien acaricia la tela con curiosidad, pero luego se echa atrás.
Como si ponerse una camiseta rosa fuera un problema. Como si fuera demasiado.
Y ahí está la palabra clave: “atrevido”.
¿En serio seguimos pensando que un color puede ser demasiado?
El rosa como límite (impuesto)
Nos enseñaron que había colores “correctos” y colores “peligrosos”.
Desde pequeños, nos repitieron que el rosa era de niñas. Que el azul era para los chicos.
Y así, con algo tan simple como los colores, empezaron a construir una idea rígida de cómo debíamos ser, vestir, comportarnos.
El rosa se convirtió en un símbolo no solo de lo femenino, sino de lo débil, lo frágil, lo que supuestamente había que evitar si querías ser “normal”.
Y de forma casi invisible, fuimos aprendiendo a censurarnos. A escondernos. A no elegir.
Pero el color nunca fue el problema.
El problema era lo que el rosa nos obligaba a confrontar.
Una camiseta puede ser más que una prenda
Cuando alguien me dice que una camiseta rosa es “atrevida”, sé que no se refiere a la prenda en sí.
Lo que les resulta incómodo no es la camiseta, sino lo que sienten que representa.
Porque el rosa, en algunos cuerpos, todavía incomoda.
En esta colección he querido recuperar ilustraciones que ya forman parte de mi universo visual.
Dibujos que han estado en otras prendas, en otras pieles, en otros formatos.
Pero esta vez con una decisión clara: llevarlas sobre camisetas rosas.
No es solo una elección estética.
Es una postura. Una respuesta. Un recordatorio de que la libertad también se entrena desde el armario.
No es solo rosa. Es presencia.
Resignificar lo visible
El rosa, en estas camisetas, no está para provocar.
Está para habitar. Para ocupar espacio. Para resignificar.
Cada camiseta es una pequeña trinchera contra la vergüenza aprendida.
Una forma de decir:
“Estoy aquí, con mi cuerpo, mi expresión y mis colores, sin pedir perdón.”
Y sí, el rosa es visible. Pero eso no lo hace atrevido.
Lo hace poderoso.
Esto no va solo de moda
Va de desmontar normas caducas.
Va de dejar de justificar lo que nos gusta.
Va de recuperar el placer de vestir sin miedo.
Si te has sentido alguna vez juzgado por lo que llevas puesto, esta colección es para ti.
Si alguna vez has mirado una camiseta rosa con deseo pero también con dudas, esta colección es para ti.
Si ya lo tienes claro y te da igual lo que digan, esta colección también es para ti.
Disponible ahora
🩷 Ya disponible online en xoanviqueira.com
📍 O ven a verla (y tocarla, y probarla) en mi tienda‑estudio.
📸 Compártela con el hashtag #RosaSinVergüenza
👕 Porque una camiseta rosa no cambia el mundo, pero puede empezar una conversación.